Diferencia entre Conciliación, Arbitraje y Mediación

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Por conciliación se entiende, aquella acción mediante la cual dos posturas encontradas se ponen de acuerdo, y llegan a un arreglo beneficioso para todos. Existen varios tipos de conciliación:
Conciliación (derecho).
Conciliación de la vida laboral y familiar.
Reconciliación (Religión).


El arbitraje, en Derecho, es una forma de resolver un litigio sin acudir a la jurisdicción ordinaria.
Las partes, de mutuo acuerdo, deciden nombrar a un tercero independiente, denominado árbitro, y que será el encargado de resolver el conflicto. El árbitro, a su vez, se verá limitado por lo pactado entre las partes para dictar el laudo arbitral. Deberá hacerlo conforme a la legislación que hayan elegido las partes, o incluso basándose en la simple equidad, si así se ha pactado.
Cuando un arbitraje se ajusta a la legalidad, sustituye completamente a la jurisdicción ordinaria, que deberá abstenerse de conocer el litigio. Sin embargo, sí que será necesario acudir a la misma (a través de la acción ejecutiva) cuando sea necesaria la intervención de las autoridades para hacer cumplir el laudo arbitral.
Entre las ventajas del arbitraje se encuentran su celeridad, su flexibilidad y el hecho de que se pueden pactar los costes con anterioridad.


La mediación no es el punto de arranque ni el fin. La mediación es un medio. Considerarla un fin es hacerla indispensable, es crear dependencia hacia ella. Se debe utilizar cuando ya no sirvió la negociación. La mediación que aquí se propone es desde una visión dialéctica. Implica por lo tanto saber cuál es el objetivo de cada fase y qué es lo prioritario en cada una de ellas. La mediación es un proceso activo, es ir al fondo del conflicto: DIVERGENCIA DE NECESIDADES QUE DEBEN SER SATISFECHAS.


La mediación es pedagógica porque lleva a que la persona se involucre en el proceso y luego ayude a otros. Un grupo escolar puede llegar a nombrar su propio mediador cuando ya existe toda una cultura de paz y resolución de conflictos. En la cultura latina, tenemos la costumbre de acudir a un tercero, pero no de manera positiva (lo buscamos como nuestro aliado). Habría que rescatar esas figuras que históricamente han hecho la función de mediación. Hay que ir creando la cultura de apoyo a los conflictos y que otros intervengan.


El mediador.
Sabe a dónde va. Sus funciones son: tomar el control del proceso de negociación (los contendientes están muy preocupados en su bronca), debe sacar todos los problemas, restablecer la comunicación, llevar a negociar a los contendientes en base a necesidades. Debe utilizar técnicas para reequilibrar el poder. Si el mediador es un equipo, todos deberán conocer todo lo que implica el proceso de Resolución Pacífica de Conflictos. En ocasiones, el mediador tiene que hacer que la comunicación pase por él. La autoridad es una de las principales habilidades que debe desarrollar el mediador. Debe ser alguien que sabe enfatizar. Hay que saber discernir cuando se entra o no a una mediación.

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